Veterindustria y la exportación

Los productos de la industria española de sanidad y nutrición animal tienen a nivel internacional un acreditado reconocimiento por la calidad, seguridad y eficacia de los mismos tal y como lo demuestran las extraordinarias cifras del mercado más allá de nuestras fronteras, donde crecemos año a año.

En este sentido, en 2020 las exportaciones representan un 36,38% del mercado global, lo que traducido a euros, supuso una facturación de 625 millones de euros, lo que supone ya más de un tercio de la facturación global del sector.

Estas cifras son un acicate para nuestro sector por lo que significan de reconocimiento al esfuerzo y trabajo de las empresas a las que representa Veterindustria, que están presentes en más de 90 países, siendo las principales áreas geográficas de implantación de las mismas, la Unión Europea, Iberoamérica, Sudeste Asiático, Oriente Medio y el Magreb.

Cabe señalar que la industria española ocupa el tercer puesto en Europa y el séptimo a nivel mundial. Los 10 principales destinos por orden de importancia de las exportaciones de nuestra industria son: Unión Europea, Arabia Saudita, Tailandia, Argelia, Brasil, México, Taiwán, Filipinas, Pakistán y Jordania.

Veterindustria es la voz de la industria española de sanidad y nutrición animal en las instituciones sectoriales a nivel internacional. Así, la Asociación es miembro del pleno derecho de la Federación Mundial de Sanidad Animal (“Health For Animals”) y de la Federación Europea de la Sanidad Animal (IFAH Europa), de cuyo Consejo Directivo forma parte. Cabe señalar que Veterindustria es considerada “Asociación de Exportadores" del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo” y “Entidad Colaboradora” por parte del ICEX. Ello supone una valoración muy positiva de la labor de la patronal española de sanidad animal por trabajar en favor de la internacionalización de esta industria.

En un entorno en el que las barreras al comercio internacional van cayendo, el factor sanitario se ha revelado como la última barrera al comercio de alimentos. En este contexto, la Industria ha de poner a disposición de los veterinarios y productores herramientas de la máxima calidad, seguridad y eficacia que permitan prevenir, controlar o erradicar enfermedades que de otra manera podrían dar pie a cierres de mercados.